Mi nombre es Santiago y desde siempre he sentido una conexión especial con los aromas, los sabores y los detalles que hacen que cada día sea diferente.
Así nació La alacena de Santi, un espacio creado para compartir mi gusto por lo natural, lo artesanal y lo auténtico. Aquí no solo vendo productos, comparto experiencias y momentos que sé que pueden hacerte bien.
Quiero que cada persona que entre descubra algo que le encante y, sobre todo, que vuelva con ganas de más.
Este proyecto empezó como una pequeña selección de infusiones que preparaba y recomendaba a familiares y amigos. Con el tiempo, y gracias al entusiasmo de quienes probaban mis productos, decidí ampliar la oferta, abrir un local y crear esta vitrina digital.
Hoy, La alacena de Santi cuenta con más de 120 productos entre tés, cafés, infusiones, especias, inciensos y más, todos elegidos personalmente. No es una gran superficie, pero sí un lugar donde se cuida cada detalle.
Quiero que encuentres aquí algo más que productos: un trato humano, recomendaciones útiles y una selección pensada para ti.
Me esfuerzo en mantener siempre la calidad, estar al tanto de lo que mis clientes necesitan y renovar la alacena con propuestas que sorprendan.
Si no sabes por dónde empezar, no te preocupes, estoy aquí para ayudarte a elegir lo que mejor se adapte a tu gusto. Y si ya sabes lo que buscas, seguro aquí lo vas a encontrar.
La alacena no es solo una tienda, es una forma de vida que gira en torno al bienestar, al disfrute de lo cotidiano y al valor de lo simple. Cada producto tiene un origen, un aroma, una intención. Mi objetivo es que al recibirlos sientas que hay alguien detrás que se preocupó por ofrecerte lo mejor. Por eso creo en los negocios honestos, con identidad, donde cada cliente se convierte en parte de la historia que vamos escribiendo juntos.